La importancia de la responsabilidad social empresarial
25 de Enero de 2022
En el marco del Foro Económico Mundial, surge el concepto de responsabilidad social empresarial, del que, a su vez, surgen los conceptos de debida diligencia, licencia social para operar, informes de sostenibilidad, oficiales de cumplimiento, pacto global y objetivos de desarrollo sostenible (ODS), entre otros.
La crisis climática y ética son la causa de la creación del concepto de responsabilidad social empresarial, convirtiéndose en una herramienta de gestión fundada en el comportamiento ético sostenible, la actividad empresarial respetuosa con el medioambiente y el relacionamiento permanente con los grupos de interés.
Surgen iniciativas como la Declaración de Río, el Pacto Global de las Naciones Unidas, los estándares GRI, los 17 ODS (Agenda 2030) y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, entre otras. Las empresas incorporan en su esquema organizacional a los oficiales de cumplimiento (compliance officer), le dan relevancia al relacionamiento con los grupos de interés y a la necesidad de la licencia social para operar, hacen seguimiento a sus acciones con indicadores y comunican a la comunidad a través de los informes de sostenibilidad, al tiempo que sus trabajadores y aquellos de las empresas que hacen parte de la cadena de valor deben actuar guiados por los códigos de ética y sostenibilidad.
Muchos nos preguntamos si la responsabilidad social empresarial debe ser obligatoria o, como hoy, seguir siendo un compromiso voluntario. La legislación avanza hacia la obligatoriedad o, por lo menos, esa es la sensación que dejan las leyes 1474 del 2011, 1712 del 2014, 1778 del 2016 y 2169 del 2021.
A manera de conclusión, puedo señalar que la responsabilidad social empresarial llegó para quedarse, ha contribuido sustancialmente a mejorar los estándares laborales, medioambientales y de derechos humanos, une al sector privado con el sector público y la sociedad civil en la lucha por el clima y la materialización de los 17 ODS: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsable; acción por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas, y alianzas para lograr los objetivos.
La humanidad va camino a su extinción, la solución pasa por cambiar las formas de producción y hábitos de consumo, las energías renovables y la innovación basada en la sostenibilidad. La responsabilidad social empresarial es esencial para poder ganar la lucha por la supervivencia de la especie.
Andrés Guerrero Pardo, abogado especialista en derecho administrativo y responsabilidad social
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