Mejores normas, sinónimo de competitividad

Uno de los temas de mayor trascendencia para la competitividad del país, pero quizás de los menos estudiados en Colombia, tiene que ver con el efecto que ejercen las normas sobre dicho indicador.  Actualmente, los países miembros de la  OCDE han estimado que el costo de sus regulaciones equivale, en promedio, a 3,8 % de su PIB.

Según un estudio realizado en el 2012 por el Ministerio de Justicia, 16 entidades del Gobierno emitieron 1.645 decretos con reglamentaciones sustanciales entre el 2007 y el 2011, de los cuales, aproximadamente, el 50 % modificó uno ya existente.

Frente a esta realidad, el Gobierno, a través del documento Conpes 3816 del 2014, lanzó la política de mejora normativa, la cual consiste en implementar las mejores prácticas a nivel mundial para el proceso de producción de las normas. 

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mincomercio), siguiendo su objetivo de mejorar la competitividad del país, inició la implementación de estas buenas prácticas en el desarrollo de sus actos administrativos, empezando por sus reglamentos técnicos, y el Gobierno, por medio del Decreto 1595 del 2015, adoptó dicha metodología como base para la expedición de todos sus reglamentos técnicos.

Este esfuerzo surge de las recomendaciones y acompañamiento de la OCDE para la implementación de la metodología de Análisis de Impacto Normativo (AIN o RIA, por su sigla en inglés), herramienta que brinda transparencia, objetividad y confianza, tanto a las entidades reguladoras como a la sociedad civil y a los directos interesados en una norma.

La implementación de esta herramienta nos permitirá promover el mejor funcionamiento de los mercados, prevenir costos innecesarios sobre la economía, involucrar a la ciudadanía y a los actores interesados en el proceso normativo y aumentar los estándares de calidad de la normativa expedida por el ministerio.  

Esta metodología es un paso previo a la emisión de normas por parte de los reguladores, que busca analizar problemáticas, determinar sus causas, identificar las posibles soluciones y definir, a través de valoraciones objetivas, cuál es la mejor opción para superar dicha problemática. 

Bajo este panorama, la expedición de la norma es una de las alternativas de solución de la problemática, mas no la única. Esto asegurará que los beneficios de las regulaciones sean mayores a sus costos.

Desde el Mincomercio, estamos convencidos de que con mejores normas tendremos un país más competitivo y, por eso, promovemos la implementación de las mejores prácticas para la creación de reglamentos técnicos.

Cecilia Álvarez-Correa, ministra de Comercio, Industria y Turismo

@CeciAlvarezC