El Gobierno acaba de crear una red anticorrupción, la cual estará integrada por los jefes de control interno para articular acciones oportunas y eficaces en la identificación de casos o riesgos de corrupción en las instituciones públicas. De esta manera se busca generar alertas de carácter preventivo frente a decisiones de la Administración, promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas. Esta instancia podrá fijar estrategias para prevenir la materialización de prácticas ilícitas en las instituciones públicas, proponer al Consejo asesor de control interno del Ejecutivo la adopción de acciones y facilitar el intercambio de mejores prácticas. Por otra parte, se definió que cuando el jefe de control interno evidencie errores, desaciertos, irregularidades financieras, administrativas, desviaciones o presuntas irregularidades respecto a todas las actividades y actuaciones, así como la administración de la información y los recursos de le entidad que evidencien posibles actos de corrupción, este deberá informarlo al representante legal con copia a la Secretaría General de la Presidencia y a la Secretaría de Transparencia, adjuntando a la copia de esta ultima instancia el formato físico o electrónico que se establezca.