Como el presunto ofrecimiento se dio en una fecha anterior al 3 de junio del 2004, se puede concluir que la acción disciplinaria prescribió el 3 de junio del 2009, de manera que cuando la Procuraduría profiere el fallo de única instancia, el 24 de agosto del 2010, ya se había perdido la oportunidad para hacer un pronunciamiento de fondo, por haber prescrito la acción. Con este argumento, el Consejo de Estado declaró recientemente la nulidad del fallo disciplinario proferido por el Ministerio Público, el cual le impuso 12 años de sanción al exministro Sabas Pretelt de la Vega. Vale la pena recordar que el exministro fue sancionado por, presuntamente, ofrecer al excongresista Teodolindo Avendaño la vinculación de recomendados suyos a la administración, con el fin de conseguir la aprobación del proyecto de acto legislativo de la reelección presidencial. Así, el fallo concluye que “la violación de su debido proceso se ve reflejada además en el hecho de dar una interpretación extensiva y desbordada de los límites del tipo disciplinario, con el mero objeto de enervar el fenómeno de la prescripción”.