Teniendo en cuenta que las sociedades anónimas son sujetos pasivos del impuesto sobre la renta y que no están incluidas dentro de las sociedades no sujetas al impuesto al patrimonio, de acuerdo con lo previsto en el artículo 297-1 del Estatuto Tributario, están obligadas a su declaración y pago, sin importar el origen del aporte de los socios, precisó la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales. Para efectos de la base gravable del impuesto al patrimonio, la entidad señaló que los bienes recibidos por un acreedor de una sociedad en liquidación son susceptibles de ser apreciados en dinero y, por lo tanto, hacen parte de la riqueza de quien los recibe.