En el proceso ordinario de depuración de renta se toman los ingresos brutos (ordinarios y extraordinarios), se le restan las devoluciones, rebajas y descuentos, por un lado, y los ingresos no constitutivos de renta, para obtener los ingresos netos. De estos ingresos netos se restan los costos (que tengan relación con dichos ingresos) para obtener la renta bruta. Finalmente, de la renta bruta se restan las deducciones para obtener la renta líquida que, salvo excepciones legales, es sobre la cual se calcula el impuesto o renta líquida gravable (artículo 26 del Estatuto Tributario), recordó la Sección Cuarta del Consejo de Estado. Dentro de las deducciones especiales está la deducción por inversión en activos fijos reales productivos de la Ley 863 del 2003, que procede frente a la adquisición de bienes tangibles, activos fijos, que entren a formar parte del patrimonio, que participen de manera directa y permanente en la actividad productora de renta y que se deprecien o amorticen fiscalmente, agregó (C. P. Hugo Fernando Bastidas Bárcenas).