Para que prospere la nulidad de un acto administrativo por falsa motivación se debe demostrar que los hechos que la administración tuvo en cuenta como determinante de la decisión no estuvieron debidamente probados dentro de la actuación administrativa, recordó la Sección Cuarta del Consejo de Estado. En este sentido, anuló una resolución sobre impuesto al consumo de licores, al señalar que el departamento del Cesar no evaluó documentos declarativos con plena eficacia probatoria que pueden valorarse como confesión (artículo 747 del Estatuto Tributario), ya que el gobernador suministró la información a instancia de un requerimiento que hizo la Superintendencia de Salud. A su juicio, un disquete que solo contiene cuadros con información es un documento representativo y no uno declarativo que contenga afirmaciones de ciencia o acto de voluntad para producir efectos jurídicos. En este contexto, advirtió que dichos cuadros no desvirtúan la presunción de veracidad de que gozan las declaraciones tributarias. Martha Teresa Briceño salvó el voto (C. P. Hugo Fernando Bastidas).