Elianne Forero Pérez y Jorge Alexánder Cadavid Jáller

La facultad disciplinaria del empleador encuentra su fundamento en la subordinación y corresponde al deber de obediencia impuesto al trabajador. Entre las cosas que permite la subordinación, están las sanciones disciplinarias y la terminación del contrato de trabajo. En ambas atribuciones, el ámbito legal colombiano ha impuesto limitaciones, en cuanto a la forma como los empleadores pueden dar por terminado un contrato. La jurisprudencia al respecto ha transitado diversos senderos. A su vez, la sanción disciplinaria también ha tenido desarrollo en las altas cortes, al establecerse que el empleador no puede llegar a la sanción, sin antes cumplir con los requisitos y las condiciones establecidos para su legitimidad.

Editorial: Lijursánchez