El papel de las películas en el litigio

Sandra Liliana Ramón Saavedra
Asociada Senior de Gómez-Pinzón Abogados

En las facultades de Derecho, se acude con frecuencia a material fílmico para que el estudiante entienda de manera didáctica un proceso. En mi época, acoger la recomendación de ver ciertas películas era una tarea compleja, pues no existían los servicios de streaming de hoy.

Recuerdo una película clásica, Mi primo Vinny (1992), que trata la historia de Billy y Stan, quienes viajan en un vehículo Buick Skylark, por las carreteras de Alabama, un estado que aprueba la pena de muerte. Los jóvenes detuvieron el carro en una tienda para comprar varios artículos. Billy puso una lata en su bolsillo para pagarla después, compraron y salieron. Más adelante, una patrulla los detiene y son conducidos a la estación, donde aceptan la “comisión del delito”. Los oficiales no corroboraron el hecho. Asumieron que eran los responsables del hurto de la tienda y del homicidio del vendedor. Fueron detenidos por esos cargos.

La defensa fue asumida por un primo de Billy, llamado Vinny Gambini, quien en la audiencia preliminar fue amonestado por su lenguaje y por lo impropio de su atuendo (botas vaqueras y chaqueta de cuero). Como no logró desacreditar los cargos, se da inicio al juicio.

Con una actitud más seria durante el proceso, el defensor logra desmentir a los testigos. El caso se torna más emocionante cuando el fiscal sorprende al defensor con un perito que analizó las huellas de aceleración dejadas por las llantas del vehículo frente a la tienda. Según la prueba obrante en el expediente, las huellas eran del Buick Skylark. Pero Vinny, ayudado por su novia, quien acudió como mecánica empírica, logró demostrar que la transmisión trasera del Buick Skylark no permite dejar huellas paralelas en la berma. En su informe pericial, concluyó que esas marcas uniformes dejadas en la carretera solo podían ser de otro carro, un Pontiac. Ante la solidez de esta prueba, el fiscal retiró los cargos y Gambini ganó el caso.

Esta película es fascinante, pues, con humor y drama, logra sensibilizar y llamar la atención sobre la responsabilidad con que debe asumirse el litigio.

Actualmente, las opciones de películas son diversas, las preferidas, las basadas en hechos reales, las cuales han tenido un gran éxito en taquillas. Este es el caso de Conviction (2010), que narra la historia de los hermanos Waters, quienes vivían en un pueblo del estado de Massachusetts. El hermano, Keneth, fue acusado por el homicidio de una mujer, cuyo cuerpo fue encontrado en un charco de sangre. La fiscalía lo llevó a juicio en 1982 y, en el transcurso de este, fueron interrogadas sus exparejas, quienes testificaron contra él. El estado aportó los tipos de sangre encontrados en la escena del crimen; una de las muestras de sangre era de la víctima y la otra hallada era tipo O+, que coincidía con la del Waters. Fue condenado a cadena perpetua.

Betty, su hermana, ingresó a la escuela de leyes y se convirtió en su defensora. Le tomó 12 años lograr su objetivo.

La película muestra cómo el Proyecto Inocencia, creado por el abogado Barry Scheck, ayuda a Betty, quien debe enfrentar inmensos desafíos para conseguir las muestras de sangre del caso, pues habían pasado 16 años desde el juicio. La historia llega a un final feliz cuando el laboratorio entrega los resultados del examen, en el que se concluyó que la sangre encontrada en la escena del crimen tenía un ADN diferente al de Keneth, quien consiguió su libertad en el 2001, después de pasar 19 años preso.

Esta conmovedora película promueve el pensamiento crítico, fomenta la empatía y visibiliza el Proyecto Inocencia, con el cual se han conseguido cerca de 237 revocatorias de condenas.

Las películas han demostrado ser una herramienta pedagógica invaluable en el ámbito del Derecho, ya que no solo permiten a los estudiantes comprender mejor los complejos procesos judiciales, sino que también los sensibilizan sobre la importancia de la ética, la justicia y la responsabilidad profesional en el litigio. Este tipo de historias, además de exponer las dificultades y los desafíos inherentes a la defensa jurídica, muestran que el trabajo de un abogado comprometido puede cambiar el rumbo de una vida.

En últimas, el recurso cinematográfico en la enseñanza nos muestra la necesidad de un pensamiento crítico en la profesión jurídica y reafirma el papel esencial del defensor en la búsqueda de la verdad y la justicia.