Con 267 votos a favor y 50 en contra, el Senado francés respaldó la reforma aprobada por la Asamblea Nacional, el pasado 30 de enero, que introduciría el derecho al aborto en la Constitución Política del país. Según el texto aprobado, “la ley determinará las condiciones en que se ejerce la libertad garantizada a la mujer de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo".

"Este es un voto histórico. Seremos el primer país del mundo en inscribir en la Constitución esta libertad para las mujeres de disponer de su cuerpo", proclamó el ministro de Justicia, Éric Dupont-Moretti, encargado de defender la reforma por parte del Ejecutivo.

Aunque el funcionario reconoció que el derecho al aborto no está amenazado en Francia, consideró importante incluirlo en la Constitución para que en el futuro ninguna mayoría pueda ponerlo en cuestión. “Con esta medida será más difícil modificarlo, puesto que será precisa una mayoría cualificada de tres quintos para volver a modificar la Constitución”.

El proyecto de inscribir el aborto en la Constitución ya había sido debatido en 2017 y 2019, pero sin éxito. Fue la revocación del fallo Roe vs Wade en EE UU y las restricciones del acceso al aborto en varios países europeos, como Polonia y Hungría, lo que impulsó a Francia a cambiar su Constitución.

"Me comprometí a hacer irreversible la libertad de las mujeres a abortar, consagrándola en la Constitución. Después de la Asamblea Nacional, el Senado ha dado un paso decisivo, que celebro. Para la votación final, convocaré al Parlamento en el Congreso el 4 de marzo", dijo el presidente Emmanuel Macron en las redes sociales.

Así las cosas, los diputados y senadores se reunirán el próximo lunes en el Palacio de Versalles para modificar la Carta Magna e incluir esta reforma constitucional, para lo que necesita tres quintos de los parlamentarios.

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