¿Qué habilidades necesita tener un abogado para asesorar una ‘startup’?
22 de Junio de 2022
Silvia Andrea Acuña Hernández
Redactora ÁMBITO JURÍDICO
Una startup es una empresa que comercializa productos y/o servicios a través del uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con un modelo de negocio escalable, que le permite un crecimiento rápido y sostenido en el tiempo.
Generalmente, obtienen financiación a través de inversores privados o business angels, así como otros mecanismos de fondeo, como el capital de riesgo y el crowdfunding. Su principal objetivo es brindar soluciones innovadoras a problemas que se presentan en diversas áreas. Debido a su origen y desenvolvimiento por medio de las TIC, permite el acceso a datos de sus usuarios con facilidad. Estos se traducen en un valioso activo que implica la oportunidad de su explotación económica, pero también gran responsabilidad en su manejo.
Según el Colombia Tech Report 2021, un tercio de las startups que se encuentran en el país no cuentan con asesoría legal. ÁMBITO JURÍDICO consultó a Jeison Larrota, abogado socio de RAD; Juan Pablo Malaver, abogado y director legal de Mensajeros Urbanos, y a Diana Catalina Rojas, abogada cofundadora del Grupo W6C, con el objeto de conocer cuáles son las habilidades que un abogado debe desarrollar para asesorar una startup.
ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cuál debe ser el papel de los abogados en las ‘startups’?
Jeison Larrota: En gran medida, los abogados resultan ser parte de la planeación y arquitectura de las startups. El rol es apoyar el proceso de diseño, tanto del producto, como de la operación, el fondeo y el crecimiento de la sociedad. De esta forma, el papel del abogado es ser coarquitecto del proyecto, siempre respetando las decisiones de negocio de los fundadores e inversionistas.
Juan Pablo Malaver: Creo que el papel de los abogados en las startups es actuar como un facilitador de crecimiento, garantizando que el negocio crezca y se desarrolle sin incurrir en riesgos legales. Es importante reconocer que los drivers más importantes de una startup, especialmente al inicio, no son motivados por los temas legales, por lo que el rol del abogado es convertirse en un apoyo para la estrategia de la compañía.
Diana Catalina Rojas: Más allá de asumir un papel, adquieren el rol protagónico de startup lawyer, y demanda del abogado entender que el mundo y la época en que nacimos y la manera en que nos formaron ya cambió, y comprender que, aunque la gran mayoría de profesionales en Derecho no somos nativos digitales, ello no nos condena a ser ignorantes de la tecnología e innovación.
Por ende, debemos salirnos de la rígida estructura legal, la zona de confort del conocimiento y la experiencia tradicional, para enfrentar los propios miedos, mitos e, incluso, limitantes mentales, tales como que la tecnología va a reemplazar o a extinguir el gremio legal en una especie de apocalipsis del Derecho.
Á. J.: ¿Qué ramas de Derecho debería manejar un abogado que se quiera dedicar a consultorías jurídicas a ‘startups’?
J. L.: Todas. Sin embargo, son especialmente relevantes las ramas de societario, laboral y tributario. Otras especialidades se convierten en esenciales o relevantes dependiendo del negocio e industria de cada startup.
J. P. M.: Si bien es imposible “saber de todo”, los abogados de startups deben tener un conocimiento amplio y general, de manera que puedan llevar los temas corporativos, contractuales, laborales, protección de datos, tributarios, etc. Es indispensable desarrollar un ojo muy crítico para los riesgos, de tal forma que, aun sin ser experto, uno pueda advertir cuándo podría ocurrir una contingencia, antes de que se materialice.
Ahora, cada vez es más importante que los abogados in house conozcan y entiendan cómo funcionan las rondas de inversión, y se familiaricen con las figuras utilizadas en el mundo de venture capital, como las notas convertibles, las holding en jurisdicciones de baja imposición, etc.
D. C. R.: Entre otras, encontramos: (i) derecho informático, ciberseguridad y nuevas tecnologías; (ii) derecho digital y de la innovación; (iii) legaltech; (iv) biotecnología y Derecho; (v) derecho empresarial; (vi) programación informática y jurídica; (vii) gerencia legal y (viii) legal desing.
Á. J.: ¿Cuál es el mayor reto que tienen los abogados en estas asesorías?
J. L.: Lograr entender dos cosas: (i) el negocio de su cliente y (ii) el camino al crecimiento (orgánico, inorgánico, bootstraping, fondeo externo, etc.) de su cliente.
J. P. M.: A veces, el mayor reto suele ser convencer al negocio de implementar una buena estructura legal, incluso si implica incurrir en costos para la empresa, o retrasar el lanzamiento de algún producto.
D. C. R.: Dar respuesta o buscar alternativas de resolución a situaciones jurídicamente no reguladas o con vacíos normativos, adaptando al ordenamiento jurídico nacional o de cada país, las fórmulas, lineamientos o directrices legales, realizando derecho comparado.
Á. J.: ¿Cuáles son las principales habilidades que debe desarrollar un abogado para ingresar a este ecosistema?
J. L.: Capacidad de vender, empatía con potenciales clientes (por ejemplo, emprendedores con grandes sueños y proyectos), finanzas y networking.
J. P. M.: Definitivamente, lo más importante es entender el negocio que están asesorando, de una manera multidisciplinaria y transversal. No basta con ser un apoyo en los temas legales únicamente, toca hacer un deep dive a todos los aspectos del negocio y hacer una evaluación de riesgo de cada ámbito que sea determinante para la startup que se está asesorando.
Más allá de eso, manejar el tiempo adecuadamente y poder ser versátil para responder cuando hay incrementos significativos de carga de trabajo, habilidades indispensables para un abogado de startups.
D. C. R.: Además de una excelente formación y actualización en material legal, se debe desarrollar la capacidad de aprendizaje, conocimiento sobre el modelo de negocio, reproducción y el ciclo de vida de la startup, desde el nacimiento de la idea innovadora hasta la salida a producción, habiendo transitado por la etapa de desarrollo jurídico basado en un business plan, la producción jurídica contractual, la monetización del negocio, la internacionalización, su salida y su venta.
También se deben desarrollar habilidades blandas o soft skills, como el liderazgo, la proactividad, el trabajo en equipo, la resiliencia, la empatía, la actitud positiva, la inteligencia emocional, la capacidad de recibir y dar feedback, y la solución de problemas y conflictos.
Á. J.: Legalmente hablando, ¿cuál es el mayor desafío que atraviesan las ‘startups’ en Colombia?
J. L.: Los mecanismos de fondeo tradicional (que son los contemplados en la regulación local) no compaginan con las dinámicas de fondeo actual en el mundo.
D. C. R.: (i) Crear empresa con ausencia de legislación o, en su defecto, incipiente u obsoleta en muchos aspectos, que no regula ni protege las necesidades, los derechos y obligaciones que surgen con motivo de la creación de productos y/o servicios de base tecnológica.
(ii) Ubicar y contratar el mejor y más calificado talento humano, para el tema puntual “los operadores legales” (abogados) que conozcan sobre Derecho y tecnología digital.
Á. J.: ¿Es necesaria una regulación para las ‘startups’?
J. L.: No sé si la palabra sea “necesario”, pero sí creo que es deseable, siempre que esta responda a las necesidades de fondeo y de eficiencia tributaria que necesitan las empresas en etapas tempranas para poder crecer.
J. P. M.: No necesariamente. Dependiendo del ámbito de negocio de la startup, va a requerir cumplir con regulación específica. Sin embargo, el país debe ser lo más abierto posible a recibir nuevas ideas, innovación y proyectos que puedan potencializar a Colombia como un referente de emprendimiento en la región. Tenemos una larga tradición jurídica y, a veces, ese apego excesivo a la ley hace que se pierdan oportunidades de emprendimiento o que se dificulte implementar un modelo de negocio innovador.
D. C. R.: No lo creo, al menos por ahora. En vez de eso, el punto de partida es crear o expedir una legislación general que regule y proteja las necesidades, los derechos y obligaciones que surgen con motivo de la creación de productos y/o servicios de base tecnológica, al margen de si pertenecen o no específicamente al mundo de las startups.
En definitiva, las startups, y cualquier modelo de negocio que surja como consecuencia de la tecnología, requerirá que los abogados sean cada vez más interdisciplinarios en cuanto a su conocimiento, y desarrollen habilidades blandas, así como tener el interés de conocer e impregnarse en el negocio de su cliente y, por supuesto, tomar a la tecnología como su mejor aliado.
Opina, Comenta