Especializaciones: el perfeccionamiento del conocimiento a nivel de posgrados

Oficina de Comunicaciones Universidad del Rosario

El sistema de educación superior colombiano se encuentra categorizado en programas del nivel de pregrado (técnico, tecnológico y profesional) y los del nivel de posgrado (especialización, maestría y doctorado).

Las únicas autorizadas para ofrecer programas de educación superior en Colombia son aquellas instituciones que cuentan con la personería jurídica otorgada por el Ministerio de Educación Nacional, las cuales, a su vez, deben tener un registro calificado para cada programa que ofrecen en los diferentes niveles.

El registro calificado es el instrumento del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, mediante el cual el Estado verifica el cumplimiento de las condiciones de calidad para los diferentes programas.

Para el ofrecimiento de programas de especialización, son 15 las condiciones de calidad que se deben reunir, de las cuales nueve son relacionadas directamente con la especialización (denominación académica, justificación, contenidos curriculares, organización de las actividades académicas, investigación, medios educativos, personal docente, relación con el sector externo e infraestructura física) y otras seis enfocadas a la institución que la ofrece (autoevaluación, mecanismos de selección y evaluación de estudiantes, seguimiento a egresados, bienestar universitario y recursos financieros suficientes).

Los programas de especialización tienen como objetivo el perfeccionamiento del conocimiento en la misma ocupación, profesión y disciplina, así como también en áreas afines o complementarias, lo que permite el desarrollo de competencias específicas para alcanzar una mayor cualificación para el desempeño laboral.

Oferta en crecimiento

La oferta de especializaciones en el área del Derecho ha tenido un incremento significativo en los últimos años, tanto así que actualmente y, según la información reportada en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, el país cuenta con más de 500 programas activos. 

Estos, a nivel de posgrado, permiten que tanto abogados como otros profesionales desarrollen habilidades en temas jurídico-legales cada vez más relevantes y afines a las necesidades del país, como el Derecho de los Hidrocarburos, Derechos de Seguros, Derecho de la Empresa, Derecho Financiero y Derecho Ambiental, entre otros. De esta manera, se amplía el portafolio de programas que hacen parte de las tradicionales áreas del Derecho, tales como Derecho Administrativo, Derecho Constitucional, Derecho Comercial y Derecho Laboral, etc.

Los retos que impone esta alta oferta de posgrados, así como las nuevas necesidades y realidades de las empresas y del sector público, son un desafío apremiante para las universidades.

Al respecto, Antonio Aljure Salame, decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, señaló: “a partir de este año, hemos venido implementando un proyecto de fortalecimiento curricular, enmarcado dentro de los requerimientos del sistema de educación superior nacional y en armonía con los sistemas de educación superior a nivel internacional, logrando así egresados que satisfacen las necesidades del mundo globalizado”.

La Facultad de Jurisprudencia del Rosario cuenta actualmente con un portafolio académico de 25 especializaciones de alta calidad, fundamentadas en la excelencia a través de la formación y producción de conocimiento jurídico en las diferentes ramas del Derecho, explica Aljure.

María Victoria Ramírez, directora de Posgrados de la Facultad de Jurisprudencia de esta institución, indica que otro de los objetivos de la reforma es articular los programas de especialización con los de maestría.

“Al vincularse a una de las especializaciones, los estudiantes cursarán durante un año cada programa, abordando las temáticas propias de cada especialización de una manera más profunda y dinámica, con una intensidad horaria que le permitirá en el futuro articular este nivel de formación con las maestrías de la facultad”, señala la académica.

Aljure concluye señalando que este fortalecimiento curricular contribuirá al desarrollo profesional de los egresados y atenderá, a través de la tradición, la innovación y la actualización, los requerimientos de las empresas privadas y de las entidades públicas.