Prometea, inteligencia artificial para la revisión de tutelas en la Corte Constitucional
22 de Marzo de 2019
Juan Camilo Rivadeneira
Redactor Ámbito Jurídico
La Corte Constitucional ha sido reconocida por distintos analistas como una jurisdicción vanguardista en la protección de derechos fundamentales. (Lea: Ciberabogados, nueva necesidad para el mundo jurídico)
Ahora, el alto tribunal quiere ser disruptivo en el uso de nuevas tecnologías, por lo que anunció hace unas semanas, conjuntamente con la Universidad del Rosario (UR), que se encuentra ensayando un sistema de inteligencia artificial (IA) bautizado ´Prometea’, que haría más expedito y preciso el proceso de revisión de fallos de tutela.
En palabras del expresidente de la Corte, el magistrado Alejandro Linares, “la herramienta introduce elementos de transparencia para que los ciudadanos vigilen la gestión de la Corporación y, también, para que los ciudadanos sepan cuál es el estado actual de sus solicitudes”.
Ahora, su nueva presidenta, Gloria Ortiz, considera que este proyecto es su principal reto, dado que a su gestión le corresponde llevar a la realidad todos los avances tecnológicos que planearon sus antecesores.
A propósito de este anuncio para la administración de justicia colombiana, entrevistamos a Grenfieth Sierra Cadena, director del Grupo de Investigación de Derecho Público de la UR y de la especialización en Derecho Administrativo, además de ser el líder técnico de este prototipo, para que nos aclarara sobre la implementación y puesta en marcha de Prometea.
Ámbito Jurídico (A. J.): ¿Explíquenos las principales características del modelo de inteligencia artificial ‘Prometea’, cómo funciona?
Grenfieth Sierra Cadena (R. S. C.): Prometea pretende ser un sistema de IA, es decir, que va a decidir a partir de análisis estadísticos y va a aprender, poco a poco, de los desarrollos que va tendiendo. Se debe aclarar que estamos en una etapa piloto, no es un proyecto completo y únicamente concierne a la selección de tutelas en materia de salud.
Entonces, su función básica es desarrollar un análisis de selección y preselección de las tutelas que serán conocidas por nuestro supremo juez constitucional, utilizando varios criterios que serán generados por el propio juez y no por el sistema. Así mismo, podemos decir que realizará un análisis estadístico de todo tipo, que le va a permitir al operador judicial no solamente tomar decisiones jurídicas, sino también de políticas públicas. Finalmente, va a tener una serie de formularios que esta misma va a desarrollar y diligenciar automáticamente, así como certificaciones en “blockchain” para generar mayor seguridad jurídica.
Á. J.: ¿En qué altos tribunales del mundo se ha usado este modelo y a quién le pertenece este desarrollo?
G. S. C.: Este sistema nace en Argentina y es desarrollado por el Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires (UBA) (desarrollo tecnológico del software) y con la Facultad de Jurisprudencia de la UR (apoyo técnico – jurídico y de planeación) se firmó un convenio para desarrollar este importante proyecto ante la Corte Constitucional (presta sus instalaciones y comparte sus experiencias).
Se ha aplicado en la Fiscalía General de la ciudad de Buenos Aires y en materia de medidas cautelares en la Corte Interamericana de Derechos Humanos; sin embargo, la Corte es el primer espacio en el cual Prometea es aplicada en forma ejecutiva y activa por un tribunal supremo, eso le genera una gran experiencia y un gran laboratorio que le ha permitido mejorarse y perfeccionarse en sus prácticas.
Á. J.: ¿Un modelo de IA estandariza la justicia al definir cuáles son los casos más importantes?
G. S. C.: El sistema no estandariza, que es una visión equivocada, pues la justicia colombiana tiene diferentes dinámicas. Aquí lo que se intenta desarrollar es un modelo que funcione en materia de tutelas que versen sobre salud. Hay una serie de criterios dentro de este prototipo de IA, pero no hay una estandarización. Si bien se fijan una serie de criterios, es decir, que son previamente establecidos por el juez constitucional, este siempre tendrá la posibilidad de corregirlos o modificarlos. Básicamente, lo que se intenta es que se generen una serie de instrumentos que tengan el mayor criterio jurídico para que los togados tomen, en tiempo real y mucho más rápidas, sus decisiones.
Á. J.: ¿Qué cambios en la elaboración de las sentencias desde los juzgados se requieren para que el sistema opere bien, requieren alguna infraestructura especial?
G. S. C.: Si se decidiese aplicar este sistema, toda vez que sencillamente estamos en fase de prototipo, pero sobre la hipótesis de que se aplicará este modelo de IA, es el alto tribunal el que debe decidir si solicita que esta información sea escaneada y enviada o que directamente sea esta la que se encargue de este criterio. Igualmente, demandará que los funcionarios judiciales estén capacitados en el manejo de este tipo de sistemas. Hay muchos desafíos que nacerán de este proyecto.
Á. J.: ¿Qué cambios se requieren en la Corte para su puesta en marcha?
G. S. C.: Más que modificaciones tecnológicas se necesitarían cambios en la organización de funciones internas. Quiere decir que ya no se necesitarán tantos judicantes dedicados a temas de selección, toda vez que podrían pasar a estudiar con mayor criterio de análisis jurídico los casos que no fueron escogidos para revisarlos manualmente.
Igualmente, se necesita que exista un operador distinto, pues no solamente será necesario que tenga diversos conocimientos en Derecho y jurisprudencia, sino, además, que sepa de tecnología y logre entender la fenomenología de la máquinas inteligentes, blockchain, big data y de cómo estos algoritmos pueden influir en el Derecho para orientar la decisión jurídica. No se está buscando remplazar al juez, es dotarlo de mayores criterios técnicos y de opinión.
Á. J.: ¿Cuál sería la incidencia de este modelo de IA en la descongestión de la Corte Constitucional, hay metas fijadas?
G. S. C.: Su incidencia en la alta corporación sería disruptivo, es decir, el cambio es sustancial. Con Prometea ya comprobamos que la Corte mejora en un 900 % en materia de gestión de tutelas sobre salud, significaría que se pueda responder en tiempo real a las solicitudes. Los cambios estarían también en que los jueces contarían con mayor capacidad de análisis, de tiempo y de investigación en las decisiones de fondo. Estos cambios, vuelvo y lo repito, no modifica la decisión del togado, simplemente lo apoya en términos de precisión jurídica.
Á. J.: ¿Se desplazan los criterios objetivos y/o subjetivos de selección de tutelas con la implementación de IA?
G.S.C.: Los criterios no se modificarían, porque es el mismo juez el que los va a definir. Escuetamente, lo que pasaría es que los criterios subjetivos u objetivos los trasladarían a la parametrización para que él mismo escoja los casos y, su vez, siempre tendrá la oportunidad para corregir o modificar dichos criterios. La máquina no propone ningún criterio, solo asume los que el juez le diga.
Á. J.: ¿Ya no habrá participación humana en el procedimiento de selección de tutelas?
G. S. C.: Siempre habrá participación humana en este proceso, porque una vez que el sistema realice la selección será un magistrado auxiliar o un funcionario judicial quien debe revisar si los criterios se cumplen y verificar las sentencias escogidas. Esto no obsta para que la Corporación pueda revisar un caso unilateralmente. El sistema nunca la va a decidir que no conozca de un caso, entonces la intermediación humana siempre se hará presente, en tanto es un factor determinante.
Á. J.: ¿En qué otros procesos judiciales podría aplicarse este sistema?
G. S. C.: Este es un sistema totalmente adaptable y no solamente jurisdiccional, sino de la propia administración. Imaginemos este modelo aplicado en procesos de contratación estatal, de selección de contratistas, en gestión de proyectos internos de un ministerio, de un departamento administrativo o una superintendencia. Es un sistema abierto que se adapta a los parámetros que defina la organización del algoritmo, ya sea en un sistema administrativo, constitucional, penal o civil, el que se requiera. Sobre eso, no sufre ninguna modificación, porque se utiliza un mismo patrón universal.
Á. J.: ¿La digitalización de las decisiones la harán los juzgados o quien es el responsable?
G. S. C.: En este caso, evidentemente hay una digitalización previa que hacen los juzgados que conocen de la tutela, pero el sistema, como precisamente maneja inteligencia artificial, no va a digitar. Este lo que hace es leer inmediatamente las tutelas que le envían los despachos, realiza un resumen, obtiene los criterios requeridos y envía estos resultados al operador jurídico. La digitalización se suprime, pues este es el fin de la IA, así como el de economizar tiempos.
Á. J.: ¿Cómo se realizará la implementación de este sistema, cuando se empieza a usar?
G. S. C.: No hay un término definido y una decisión tomada. Nosotros lo que hicimos fue simplemente un prototipo, no es realmente un tema vinculante. La Sala Plena tendrá la decisión si decide adoptar este sistema, si toma otro o no escoge ninguno. Lo que quisimos es demostrar que sí se puede hacer, que sí funciona y que tiene unas consecuencias exponenciales positivas en la mejora de un 900 % en su productividad. Pero no hay algo concreto todavía, todo tipo de desarrollo hacia el futuro dependerá de esta Corporación judicial. Lo más importante es que ya existe un sistema que técnicamente funciona, ahora lo que queda es definir el desafió de la propia administración para que tomen la decisión política para sacar adelante este sistema.
Experiencia Prometea
Características:
La inteligencia artificial, según un informe de sus desarrolladores, es capaz de leer, analizar, detectar y sugerir los casos más prioritarios y urgentes a tratar en materia de salud. Para ello, es capaz de leer miles de sentencias que provienen de más de 4.000 jueces de todo el país.
El sistema fue entrenado con 2016 providencias y permitió extraer de ellas, en menos de dos minutos, un total de 32 casos prioritarios, algo que a una persona sola le llevaría 96 días hábiles de trabajo, de acuerdo a las mediciones hechas. (Lea: Conozca el sistema virtual que apoya la resolución de litigios societarios)
Tiene en cuenta los últimos fallos de la Corte, criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras normas que son fundamentales para poder analizar y resolver los miles de casos que ingresan por semana (en total, 720.000 al año).
Además, es capaz de subir de manera automatizada las sentencias a blockchain. Se han subido ya 38 sentencias en dos minutos 46 segundos, algo que a una persona, de manera manual, le llevaría 43 minutos en total.
Igualmente, está diseñada para crear múltiples documentos de forma automatizada. Pueden crearse 14 documentos en 16 minutos, algo que a una persona le lleva dos horas 40 minutos de trabajo. La eficiencia, en este caso, se aumentaría en un 937 %, defienden sus autores.
Entre otras funcionalidades, la herramienta detecta los casos en los que los jueces de las anteriores instancias no han concedido en su totalidad lo que las personas solicitan ante la justicia.
Además, segmenta los casos a partir de la protección especial que las normas le confieren a las personas: adultos mayores, menores, personas con enfermedades graves, personas con discapacidad, personas en situación de pobreza extrema, mujeres embarazadas, víctimas de violencia sexual, desplazados, víctimas de violencia y del conflicto armado.
Este sistema integra:
- Detección inteligente. Lee y sugiere un grupo de casos a tratar de forma urgente y prioritaria. Esto se ha logrado a partir de utilizar técnicas de aprendizaje automático (machine learning) supervisado.
- Asistencia inteligente. Elabora informes pormenorizados y estadísticos.
- Automatización de documentos, a través de un agente conversacional (a través de voz y por chat).
- Integración con blockchain.
- Sistematización avanzada de jurisprudencia.
La selección de tutelas
El equipo del Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la UBA entrenó al sistema con un set inicial de documentos en el que se incluyeron más de 2.000 providencias de primera y segunda instancia, pertenecientes a 1.485 acciones de tutela referidas al derecho a la salud. Estas sentencias fueran escaneadas por el equipo de la UR, pues todos los expedientes ingresan en formato papel.
Respecto a la gravedad de las enfermedades sobre las cuales se exigía el cumplimiento de derechos, es preciso destacar que para su detección se utilizaron parámetros proporcionados por la OMS, con base en un reciente estudio sobre enfermedades con alto nivel de mortalidad en la región e indicadores del Ministerio de Salud de Colombia, específicamente aquellos referidos a las enfermedades huérfanas.
Espere, en una próxima entrega, los retos a superar para Prometea si, finalmente, se opta por su aplicación en el alto tribunal.
Opina, Comenta