Derecho 4.0: una oportunidad desde la transformación digital
22 de Junio de 2021
Germán Darío Flórez Acero
Director Maestría en Innovación en Derecho Digital y Legal Tech
Universidad Sergio Arboleda
El Derecho está experimentando una serie de cambios, directamente relacionados con los fenómenos de transformación digital que suceden en el mundo. En otras palabras, ha llegado el tiempo de la tecnología aplicada al Derecho y los abogados tenemos la obligación de actualizarnos en las transformaciones e innovaciones que experimenta la profesión jurídica.
Ya han pasado más de 40 años desde que la popular compañía estadounidense LexisNexis introdujo un sistema computacional capaz de sintetizar información de leyes y jurisprudencia en una gran base de datos sistematizada. Hoy en día, esa evolución en los sistemas de cómputo ha llevado a que estos puedan realizar, con mucha exactitud, tareas relacionadas con el Derecho. Por ejemplo, el sistema Case Francia Alfa, desarrollado por estudiantes de la Universidad de Cambridge (EE UU), fue capaz de realizar predicciones con un 88,6 % de efectividad sobre la indemnización de daños en materia de seguros frente a 775 casos analizados.
Actualmente, los abogados cuentan con sistemas para administrar sus despachos como el UiPath –sistema RPA (Robotic Process Automation)–, que, mediante un robot, es capaz de automatizar una serie de procesos que ayuda a la oficina a clasificar expedientes jurídicos, analizar y gestionar todo tipo de contratos, manejar la evidencia digital a través del e- Discovery, encontrar patrones en casos, recopilar jurisprudencia y doctrina para su solución, así como preparar a los abogados para ir a procesos judiciales o administrativos de la mejor forma.
Esta tecnología usa la inteligencia artificial y el machine learning, combinados con el uso de herramientas que son fáciles de usar como chatbots, barras de herramientas sencillas y legal design o diseño aplicado al Derecho. Sin duda alguna, este tipo de herramientas ayudan, tanto a firmas de abogados como a departamentos legales de empresas, para organizar y gestionar mejor y de manera más eficiente su labor. Así, con estas iniciativas, se podría mejorar en tiempo un 40 % de las actividades del departamento legal que la use.
Administración de justicia y contratos inteligentes
En materia de administración de justicia, tenemos ejemplos cercanos a nuestro entorno, como el sistema Prometea utilizado por la Corte Constitucional para desarrollar procesos de análisis y selección de tutelas en materia de salud, el cual, a su vez, se basa en datos estadísticos y en criterios alimentados por la misma Corte. El sistema también realiza análisis numéricos que pueden ayudar no solo al juez, sino también al legislador en materia de política pública.
Las certificaciones de Prometea son asociados a la tecnología blockchain para una mayor seguridad jurídica. Este sistema fue creado por la Universidad de Buenos Aires y también ha sido utilizado por la Fiscalía General de la Ciudad de Buenos Aires y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
También es común que hoy hablemos de los smart contracts, o contratos inteligentes, que son contratos que se autoejecutan y no necesitan la intervención de un humano para que se cumplan o se realicen. Por ejemplo, pensemos en un contrato de distribución de plátanos que llegan de un lugar a otro. El contrato va a verificar la ubicación de los productos con sistemas de geolocalización GPS asociados a los mismos, así como el cumplimiento de las condiciones de temperatura y embalaje, y si fueron entregados en su destino final. Cumplidas estas condiciones, el contrato ordena el pago respectivo al proveedor a través de monederos virtuales.
Este tipo de contratos son programados a través de tecnología blockchain o etherium, entre otros, en los cuales los programadores arman todas las variantes que puede tener el contrato. Evidentemente, esto marca una revolución en las teorías de contratos y obligaciones y, como bien señala el profesor Ernesto Rengifo, sí puede existir el contrato sin obligación, ya que al ser un contrato inteligente no hay posibilidad de incumplimiento, entonces no sería contrato. Sin duda, este será el futuro cercano de muchos de los contratos que se realicen en varios sectores de la economía. En la medida en que los smart objects sean más comunes, seguramente tendremos más smart contracts.
Concepto ampliado
Estos ejemplos están asociados con el concepto de legaltech, que puede ser definido de una manera simple como la tecnología aplicada al Derecho y su influencia en todos los procesos que tienen que ver con la profesión legal, en aras de obtener un mejor concepto de justicia en la sociedad. Así que el legaltech es, seguramente, un concepto dinámico que estará asociado a la industria legal y a la administración de justicia en los siguientes años.
De hecho, el famosos escritor Richard Susskind sostiene que debería haber un concepto más amplio llamado lawtech, pues, en su opinión, este término acuña más temas como tribunales en línea o derecho aplicado en cualquier ámbito. Sin embargo, hoy se habla de legaltech en casi todos los rincones del planeta, con un desarrollo interesante de emprendimientos y empresas y asociaciones dedicadas al legaltech.
Según Crunchbase, que recopila las listas de las empresas que reciben capitales de fondos de inversión, en el mundo, 1.356 compañías han recibido inversión en 850 rondas de inversión, equivalentes a 4,3 billones de dólares. En estos han participado aceleradoras o fondos tan prestigiosos como YCombinator, Easme, Techstars, Mass Challenge y 500 startups, entre otras.
La asociación colombiana
En el 2020, nació en Colombia la Asociación Colombiana de Legal Tech alt+co, en la que se encuentran más de 150 asociados, entre profesionales que trabajan en el campo del Derecho con aplicación de la tecnología y muchas de las principales empresas legaltech del país. Esta asociación se está convirtiendo en una de las más prestigiosas de América Latina, ya que, además de su rápido crecimiento, está fortaleciendo el ecosistema legaltech en el país, participando y organizando numerosos eventos en EE UU, Europa, América Latina y, en particular, Colombia.
Alt+co reúne a muchos de los abogados más prestigiosos de legaltech del país y, en este momento, se está articulando con prestigiosos ingenieros y diseñadores interesados en esta cambiante e innovadora industria legal.
De la misma forma, se encuentran varias de las compañías legaltech de proyección, como Pempo, dedicada a diseñar productos para la gestión legal; Autentic, que crea firmas electrónicas; LegalNova, que son expertos en diseño legal de documentos; ITierra, que hace estudios de títulos de tierra de manera digital; Info Judicial, que gestiona información para procesos judiciales; Dekdata, que ayuda a la protección de datos personales; Phylo Legal, expertos en startups; Legalid, como academia de innovación legal; Beriblock, que provee soluciones tecnológicas en blockchain para abogados; Doclick, que realiza documentos legales en línea, y Simple Legal, que provee soluciones legales en línea, entre otros.
Compromiso académico
De igual forma, las universidades tienen un gran compromiso con la formación de los abogados en una sociedad digital. Definitivamente, los programas deben estar enfocados en que los estudiantes tengan una especial sensibilidad por la tecnología aplicada al Derecho y, obviamente, los temas que tienen que ver con el derecho digital, como derecho de las plataformas de economías colaborativas, la protección de datos en entornos digitales, la cibercriminalidad, el gobierno en línea, la ciberdemocracia, la propiedad intelectual y la justicia digital, entre otros.
Un ejemplo de ello es la nueva Maestría en Innovación en Derecho Digital y Legal Tech de la Universidad Sergio Arboleda, que será la primera maestría virtual de este tema en América Latina. Para eso, contará con un grupo muy preparado de docentes formados en las mejores universidades del mundo y con una mirada interdisciplinaria.
En conclusión, la tecnología está transformando el Derecho para el bien de la sociedad y para que, seguramente, en los siguientes años, Colombia mejore en el acceso a la justicia y la concepción del Derecho que tienen nuestros ciudadanos. El reto que ahora tenemos los juristas es afrontar esta transformación digital para el mejoramiento de nuestros servicios.
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