La expulsión de Kelsen de la Universidad de Colonia
Uno de los momentos más difíciles que tuvo que sufrir Kelsen a lo largo de su vida fue la expulsión de la Universidad de Colonia en Alemania.
28 de Marzo de 2025
Gonzalo A. Ramírez Cleves
Profesor de la Universidad Externado de Colombia
Hans Kelsen (1881-1973), autor de la Teoría Pura del Derecho, fue perseguido a lo largo de su vida por su origen religioso y político. Kelsen nació en Praga, pero a los cuatro años, junto a su familia, emigró a Viena[1]. Su madre era originaria de la región de Bohemia, en lo que ahora es la República Checa, y su padre era de origen judío, nacido en Brody, en la antigua Galicia austriaca. Kelsen también heredó la religión judía, aunque no la practicó y se convirtió al protestantismo.
Relatando el origen judío de Kelsen, su biógrafo Rudolf Aladár Métall[2] señala que en una conferencia de profesores de educación superior de la Liga Nacionalsocialista, auspiciada por Carl Schmitt, que se realizó el 3 y el 4 de octubre de 1936, Erich Jung habló que el apellido Kelsen debió ser Kohn o Cohn. Según Jung, muchos judíos cambiaron su apellido a finales del siglo XVIII y tomaron el nombre del lugar de su procedencia como patronímico. Métall explica que el apellido de Kelsen seguramente tuvo origen en el nombre de una pequeña comarca llamada Kelsen, que queda ubicada en Saarburg en la frontera luxemburguesa–alemana en el distrito de Trieste.
Uno de los momentos más difíciles que tuvo que sufrir Kelsen a lo largo de su vida fue la expulsión de la Universidad de Colonia en Alemania cuando ejercía las labores de decano de la Facultad de Derecho. La expulsión de Kelsen se produjo cuando el partido nacionalsocialista toma el poder el 30 de enero de 1933. A partir de este momento, se empiezan a promulgar leyes en contra de los funcionarios públicos por su origen político, religioso o étnico.
La expulsión de Kelsen, según Métall, no se debió a su religión ni a su nacionalidad, sino a su supuesta afinidad con el marxismo[3]. El biógrafo explica que Kelsen se dio cuenta de la noticia de su destitución leyendo el periódico mientras desayunaba. Su esposa, que estaba sentada frente a él, le hizo notar que su nombre aparecía en la última página del diario en una noticia sobre su licenciamiento[4]. Esta “licencia” equivalía en la práctica a su destitución como profesor, y seguramente se produjo como consecuencia de la aprobación de la “Ley para la Restauración de la Función Pública” de 7 de abril de 1933, en donde se excluían a judíos, opositores políticos y a ciudadanos con raíces no arias de la función pública[5].
Métall relata que, una vez producida la expulsión de Kelsen de la universidad, los profesores de la facultad de Ciencias Jurídicas de Colonia enviaron una carta al Comisario del Reich del Ministerio Prusiano de Ciencia, Arte y Educación el 18 de abril de 1933, en donde hacían notar que Kelsen no había tomado nunca partido en política y especialmente que no era miembro del Partido Social Demócrata, sino que más bien sus publicaciones contenían una inequívoca crítica del marxismo y de la teoría marxista del Derecho.
Así mismo anotaron en esta carta que “… todos los miembros de la facultad están fuertemente convencidos de la valiosa personalidad humana de Kelsen” y que su despido sería “no solo una pérdida sensible para la Universidad de Colonia, sino también una mancha para el prestigio de la ciencia alemana”[6]. De otra parte, se pedía que “… el licenciamiento provisional del profesor Kelsen no se convirtiera en una medida definitiva, sino que más bien se le autorizara a permanecer en su puesto docente”[7]. Esta solicitud iba firmada por el decano en turno, profesor Hans Carl Nipperdey, y por los profesores Heinrich Lehmann, Hans Planitz, Godehard Josef Ebers, Albert Coenders y Gotthold Bohms. A pesar del apoyo de estos profesores, Carl Schmitt, que había sido recomendado por Hans Kelsen para ingresar como profesor a la Universidad de Colonia, se negó a firmar la carta, y que a pesar de que el profesor Nipperdey viajó a Berlín para gestionar la solicitud, esta no tuvo éxito, circunstancia que, según Métall, se debió a la ausencia de la firma de Schmitt que podía ser determinante por su cercanía con el régimen nazi.
Después de la expulsión de la Universidad de Colonia, no le quedó otra vía a Kelsen que salir de Alemania y aceptó el ofrecimiento de dictar clases en Ginebra, en el Instituto Universitario de Altos Estudios, con estancias periódicas en Praga, donde también fue perseguido y amenazado por su origen judío. La expulsión de Kelsen de la Universidad de Colonia no solamente demuestra la discriminación y amenazas que recibieron varios profesores por su origen político, religioso o étnico por parte del régimen nacionalsocialista, sino también el gran cariño que le profesaban muchos de sus colegas por su obra, así como la importante red de académicos que ayudaron a Kelsen en momentos difíciles de persecución en donde su vida podía correr peligro.
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[1] Kelsen, Hans, Autobiografía, Bogotá, Universidad Externado, 2008, p. 68.
[2] Métall, Rudolf Aladár, Hans Kelsen: vida y obra, México, ediciones Coyoacán, 2009.
[3] Ibidem, p. 77
[4] La noticia se dio en la edición matutina del Stadt–Anzeiger für Köln und Umggebung del 14 de abril de 1933, No 191. Allí se informa en la parte de atrás de la primera hoja y bajo el título “licenciados profesores universitarios. Decretos del Ministro Prusiano de Cultura Rust”; el primer subtítulo dice: “En Colonia el profesor Kelsen” (Kelsen, Hans, Op. cit., p. 152).
[5] La licencia se produjo el 12 de abril de 1933 con carácter inmediato y la destitución definitiva se dio el 30 de septiembre de 1933. También fueron destituidos por la misma ley destacados juristas de origen judío como Herman Heller, Herman Ulrico Kantorowicz, Karl Loewenstein y Hugo Sinzheimer (Ibíd.).
[6] Métall, Op. cit., p. 78.
[7] Ibíd.
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