¿Cómo romper las barreras de género en el uso de las TIC por parte de las mujeres rurales?

Blanca Zuluaga
Directora del Doctorado en Ciencias Económicas y Administrativas y profesora titular del Departamento de Economía de la Universidad Icesi

La Fundación WWB Colombia financió recientemente una investigación sobre el papel de las normas sociales y la confianza en la inclusión económica de las mujeres rurales. Dicho trabajo lo realicé junto con Enrique Fatas, colega de la Universidad Icesi, y una graduada de la Maestría en Economía (Camila Aguilar). En el documento se analizaron dos factores conductuales de la exclusión económica: los bajos niveles de confianza en los métodos alternativos de pago proporcionados por los bancos comerciales y las normas sociales discriminatorias que frustran el acceso de las mujeres a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), en particular los teléfonos inteligentes e internet.

Se ha demostrado en numerosas investigaciones que el acceso a las TIC por parte de las mujeres es importante para lograr mejores resultados en el mercado laboral, tener mayor probabilidad de superar la pobreza y lograr mayores niveles de agencia y empoderamiento. Esto justifica la necesidad de examinar las barreras que dificultan el acceso y uso de las TIC a las mujeres rurales en Colombia, quienes presentan altos niveles de pobreza y peores resultados que los hombres en el mercado laboral.

Los datos para esta investigación se recolectaron en el 2022 en Pance, uno de los 15 corregimientos de la zona rural de Cali. Se encuestaron 300 mujeres entre 18 y 65 años.

Los hallazgos de este estudio destacan el papel significativo de las normas sociales discriminatorias como un obstáculo para la utilización de las TIC por parte de las mujeres para la generación de ingresos. La probabilidad de uso aumenta sustancialmente cuando se ven expuestas a escenarios en los que la mayoría de las mujeres utilizan teléfonos inteligentes e internet para generar ingresos. Esta probabilidad aumenta aún más cuando las mujeres creen que deberían tener el mismo acceso a estas tecnologías y utilizarlas, al igual que los hombres.

Adicionalmente, si bien incrementar la confianza en las fintech (tecnologías financieras) afecta positivamente la probabilidad de que las mujeres utilicen las TIC para generar ingresos, se necesita más para lograr un mayor uso. La eliminación de las barreras basadas en el género, específicamente las normas sociales discriminatorias, es imprescindible para fomentar la adopción de las TIC por parte de las mujeres para generar ingresos. Los responsables de la formulación de políticas deben implementar iniciativas orientadas a erradicar las barreras de género y establecer un entorno inclusivo que promueva la participación activa de las mujeres en la economía digital.

La investigación también permite deducir efectos heterogéneos de las normas sociales y la confianza en la probabilidad de inclusión económica de las mujeres. Así, el efecto del cambio en las normas sociales es mayor para las mujeres que aportan menos ingresos a su hogar y que tienen una autonomía limitada en la toma de decisiones financieras; además, es menor entre las mujeres que tienen bajos niveles de educación financiera. Este análisis de heterogeneidad permite afinar cualquier intervención pública y extraer lecciones de política.

Vale la pena preguntarse: ¿qué políticas podrían llevarse a cabo para mejorar la situación de las mujeres rurales en cuanto al acceso y uso de las TIC para la generación de ingresos? Una de ellas sería establecer programas de capacitación para mejorar las habilidades en el uso de teléfonos inteligentes, internet y otras herramientas digitales. Estos programas podrían abordar tanto aspectos técnicos como habilidades empresariales relacionadas con el uso de las TIC para actividades comerciales. Una segunda idea sería promover role models positivos dentro de las comunidades rurales, destacando a mujeres exitosas que utilizan las TIC para generar ingresos. Esto podría ayudar a cambiar las normas sociales discriminatorias y fomentar una mayor aceptación y adopción de las TIC. Tercero, es imperativo mejorar la infraestructura digital en áreas rurales en Colombia, incluida la expansión de la cobertura de internet y la disponibilidad de servicios de telefonía móvil. Esto facilitaría el acceso de las mujeres rurales a las TIC y les permitiría aprovechar al máximo las oportunidades económicas que estas ofrecen.

Relacionado con la confianza en las instituciones financieras, otra medida necesaria es la implementación de programas para promover la confianza de las mujeres en dichas instituciones, ofreciendo educación financiera y transparencia en los servicios bancarios. Esto podría aumentar la probabilidad de que las mujeres utilicen las TIC para la generación de ingresos, al reducir las barreras relacionadas con la confianza en las transacciones financieras en línea. Finalmente, se pueden implementar incentivos fiscales y financieros específicos para fomentar la participación de las mujeres rurales en la economía digital, como créditos con tasas preferenciales para emprendimientos dirigidos por mujeres que utilicen las TIC para generar ingresos.

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