Participación de las mujeres en las firmas de abogados

Yeraldin Gil Cárdenas
Directora Administrativa de Miguel González Sánchez & Abogados Asociados

Históricamente, los cargos directivos o gerenciales de las empresas en Colombia han sido ejercidos primordialmente por hombres. Este común denominador ha ido cambiando progresivamente con el paso de los años, consiguiendo que las mujeres empecemos a ocupar en mayor medida estos cargos reservados por mucho tiempo para el género masculino.

Las gerencias, representaciones legales o direcciones de grandes empresas estaban pensadas para que fueran ocupadas por hombres, en un país en el que infortunadamente el machismo ha dominado por décadas. En el caso particular de firmas de abogados, no ha sido muy diferente la situación. Por fortuna, en la medida que los años pasan y evolucionamos como sociedad, la participación de las mujeres en el ámbito académico ha aumentado y en materia laboral hemos empezado a ver cambios, aunque pequeños, importantes.   

El mercado legal, marcado históricamente por estereotipos de género que han limitado nuestra participación en él, se ha ido desvaneciendo con el aumento en la proporción de mujeres que cada año optan por estudiar leyes y el de egresadas de las facultades de Derecho ampliamente preparadas y capacitadas para ejercer nuestra profesión. No obstante, pese al aumento de la participación femenina en el sector legal, pretender ocupar cargos directivos o de socias en firmas de abogados sigue siendo un objetivo complejo, si se tienen en cuenta barreras de género sin sentido y que, incluso, para muchos clientes es mucho más seguro y confiable que quien los represente sea un hombre. 

Estas situaciones son más evidentes en firmas grandes, en las que, por fortuna, la participación relevante de las mujeres está teniendo a aumentar. Otro escenario se presenta en las firmas boutique en las que he podido ver, con conocimiento de causa, que la participación del género femenino es mucho más equilibrado e incluso preponderante, permitiendo mostrar que nuestras capacidades y aptitudes como profesionales van mucho más allá de ocupar cargos menores o administrativos y que por el contrato, cargos de dirección, gerencia o socias son perfectamente ejercido por mujeres en muchas de estas.

En mi caso particular, como representante legal y directora administrativa de la firma Miguel González Sánchez & Abogados Asociados he tenido que enfrentar grandes desafíos tanto jurídicos como de crecimiento y expansión de la firma, que me han permitido por un lado demostrar mis capacidades y preparación y, por el otro, que las diferencias y estereotipos de incapacidad e inferioridad de las mujeres en este tipo de cargos son totalmente infundados y obsoletos. Veo con muy buenos ojos el avance que se está teniendo en las firmas grandes y la ya marcada participación de mujeres en firmas pequeñas y medianas que van en ascenso, producto de las buenas gestiones y estrategias desarrolladas por las mujeres que las lideran.

Es muy importante que como mujeres sigamos uniendo esfuerzos para que los avances que hasta hoy se han alcanzado sean mucho más significativos, creando redes de apoyo profesionales que impulsen, apoyen, promuevan y visibilicen aún más nuestro rol en el mercado legal y que las brechas de desigualdad, sean cada vez menores.