Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín, la más innovadora del 2017
07 de Marzo de 2018
En un encuentro reciente, la Asociación Colombiana de Facultades de Derecho (Acofade) eligió a la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín como la más innovadora del país en el año 2017. En reciente entrevista, el decano de esa institución, Francisco Javier Valderrama, habló sobre los hechos que los llevaron a este reconocimiento.
ÁMBITO JURÍDICO: ¿Por qué considera que la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín fue calificada como la más innovadora del país?
Francisco Javier Valderrama: Fue posible, porque la facultad ha venido trabajando en el cumplimiento de las directrices del Proyecto Educativo Institucional y la renovación curricular institucional, que establecen que uno de los principios de la estructura curricular del plan de formación de cualquier programa académico ofrecido por la institución debe ser la interdisciplinariedad. Debido a ello, la Facultad de Derecho les apostó a programas que, de alguna manera, se relacionaran con el área jurídica y que enriquecieran, por lo tanto, la formación interdisciplinar.
Fue así como se inició con un Programa de Tecnología en Investigación Judicial, que pasó a convertirse en el primer programa profesional en investigación criminal, donde estudiantes de los programas de Derecho y de Investigación Criminal comparten formación teórica y práctica. Así, confluyen en sitios de práctica, como sala de audiencias, laboratorios de criminalística, centro de resolución de conflictos, cámara Gessell, laboratorio de neurociencia, canal de televisión, emisora de radio, actividades de extensión, capacitación, semilleros, campo minado, entre otros. Con ello, se ha fortalecido, en buena medida, el diálogo de los saberes (Química, Física, Biología, Lofoscopia, Dactiloscopia, Balística, Sociología, Siquiatría, Derecho, Medicina, Odontología, Documentología, Fotografía y Grafología, entre otros).
Además, se crea el Programa de Psicología adscrito a la Facultad de Derecho, que fortalece aún más el relacionamiento con otras disciplinas afines con el estudio del Derecho, en el cual se abordan temas conductuales, clínicos y jurídicos. En este último caso, se crea una línea de investigación denominada Psicología y ley, donde investigadores de la facultad comparten proyectos relacionados con la prueba científica, con el apoyo y la participación activa de los profesores de Psicología. Y, además, se aprovechan los espacios de práctica y la tecnología de última generación con que cuenta la facultad, esto es las cámaras de entrevistas e interrogatorios y el laboratorio de neurociencia. El Programa de Psicología ayudará al de Derecho, entre otras cosas, a encontrar las causas de los comportamientos que describen las normas jurídicas.
Á. J.: ¿Qué inversiones ha hecho la institución en materia de infraestructura y tecnología?
F. J. V.: La Facultad de Derecho tiene una infraestructura que posibilita una verdadera proyección social, cuenta con cámara Gesell para entrevistas e interrogatorios, laboratorio de neurociencia, laboratorio de criminalística y laboratorio de terrorismo, en los que se realizan análisis forenses postatentados e investigación en AEI (artefacto explosivo improvisado) y todo lo relacionado con el conocimiento de los TAP (taller de armamento popular), laboratorio de odontología forense, laboratorio de anatomía, laboratorio de química y física forense, campo minado, laboratorio de grafología, sala de audiencias y juzgado de práctica forense, entre otros. Sin lugar a dudas, es una infraestructura digna y que nos compromete aún más con el cumplimiento cabal de nuestra misión institucional.
Igualmente, queremos resaltar que en el área de neurociencia y Derecho (neuroderecho), se utilizan el electroencefalógrafo, el galvanómetro, los seguidores oculares y el software para detección de expresiones faciales en la investigación sobre memoria y reconocimiento en testigos de eventos complejos, lo que ayuda en las metodologías de enseñanza en la facultad y genera un gran impacto.
Á. J.: ¿Cómo se han beneficiado los estudiantes con las inversiones que ha hecho la facultad en temas de innovación?
F. J. V.: En pregrado, utilizan la tecnología para verificar las teorías básicas sobre la memoria, el reconocimiento y los procesos mentales superiores asociados al testimonio (sensación, percepción, atención, memoria y lenguaje).
Y en posgrados, usan esta tecnología en sus proyectos de investigación y proponen hipótesis que trabajan problemas de filosofía experimental aplicada al Derecho y a la relación entre neurociencia y Derecho, ubicándolos en los problemas más actuales y de difícil desarrollo en el Derecho y las ciencias sociales y humanas.
Á. J.: Siendo el Derecho una profesión muy tradicionalista, ¿qué retos impone la tecnología en materia de formación académica?
F. J. V.: Facilitan que los estudiantes de pregrado y posgrado salgan de la mera revisión de la teoría y se enfoquen en la revisión de paradigmas y el desarrollo de las corrientes de pensamiento que actualmente lideran el desarrollo del Derecho. Esto los guía en la discusión académica, con base en evidencias científicas que van más allá de la mera especulación y les exige la construcción de nuevos discursos acordes con las necesidades actuales del Derecho y la interdisciplinariedad.
Á. J.: ¿Qué les falta a las facultades de Derecho para poder afirmar que son innovadoras?
F. J. V.: Hacer una renovación curricular teniendo en cuenta el contexto y entender que la enseñanza del Derecho no es estática, sino dinámica, que ser profesor universitario de varias generaciones implica una responsabilidad no solo con la historia, sino con la sociedad y la realidad que vive cada generación. Por ello, hoy es más complejo ser docente de Derecho, porque se debe enseñar con las bases teóricas de la disciplina jurídica, pero teniendo en cuenta las exigencias pedagógicas y didácticas del medio actual. Tener un buen profesor no debe ser cuestión de suerte, sino un derecho. El maestro debe ser aquel que entiende que la pedagogía y la didáctica van acorde con la realidad de cada generación.
Á. J.: ¿Tienen una cátedra o materia de innovación en Derecho? ¿Es necesaria?
F. J. V.: No tenemos una cátedra o materia innovadora específica. La universidad tiene una política de investigación e innovación que apoya a todos los programas, por ejemplo, a los estudiantes se les da la oportunidad de trabajar en los semilleros de investigación desde los primeros semestres, y esto ha hecho que, en medio de las prácticas, en los laboratorios tengan ideas innovadoras, las cuales, de cumplir los requisitos exigidos, han sido apoyadas por el centro de innovación y desarrollo empresarial de la Universidad de Medellín. En relación con la pregunta de que si es necesario una cátedra de innovación, debo expresar que lo que es necesario no es la cátedra, sino adoptar nuevas metodologías de enseñanza acordes con la realidad actual basada en la tecnología, la enseñanza por indagación e investigación y la evidencia. Además, en lograr un diálogo de saberes tanto en las facultades como en las instituciones de educación superior.
Á. J.: ¿Qué aprender de otras ciencias o cátedras que se destacan en la universidad como innovadoras?
F. J. V.: Uno de los caminos necesarios en la educación superior actual es el diálogo de saberes. En esos encuentros la disciplina jurídica se fortalece, porque el conocimiento jurídico no es insular, sino un saber que las demás disciplinas lo quieren explorar desde el quehacer de cada una de ellas y, con ello, fortalecerlo por su importancia en la sociedad y el Estado. Por ejemplo, se puede ver raro que un sicólogo, un matemático y un abogado dialoguen sobre un mismo tema de interés innovador, pero ello es posible, cuando se cree que el conocimiento jurídico no es autosuficiente y que necesita de otras disciplinas para su complementariedad. En el caso planteado, este año se empezó a trabajar entre la Facultad de Ciencias Básicas y la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín en un tema de interés investigativo, como la toma de decisiones y, para su desarrollo, están investigando un matemático, un sicólogo y un abogado.
Á. J.: ¿Cómo cambiar la mentalidad del abogado para que sea más innovador?
F. J. V.: El trabajo se realiza desde el primer semestre de la carrera, presentando las posibilidades que ofrece la ciencia y la tecnología en el apoyo al Derecho y en la solución de problemas específicos que permitan el desarrollo del Derecho frente a las nuevas exigencias sociales y al avance de las ciencias, todo ello con el fin de innovar en diferentes campos como el probatorio, la solución de conflictos, la comprensión del comportamiento humano según los nuevos conocimientos científicos y la posibilidad de diseñar estrategias de transformación de la norma y su aplicación de manera que sea más ajustada a la realidad humana y a las constantes y cambiantes exigencias del entorno social, político y económico.
Á. J.: ¿Cómo cambiar la mentalidad del abogado para que sea más innovador?
F. J. V.: El trabajo se realiza desde el primer semestre de la carrera, presentando las posibilidades que ofrece la ciencia y la tecnología en el apoyo al Derecho y en la solución de problemas específicos que permitan el desarrollo del Derecho frente a las nuevas exigencias sociales y al avance de las ciencias, todo ello con el fin de innovar en diferentes campos, como el probatorio, la solución de conflictos, la comprensión del comportamiento humano según los nuevos conocimientos científicos y la posibilidad de diseñar estrategias de transformación de la norma y su aplicación de manera que sea más ajustada a la realidad humana y a las constantes y cambiantes exigencias del entorno social, político y económico.
Opina, Comenta